¡Hay en el mundo tanta locura!
¿Tanta? No sé yo, tal vez sean menos de los que esperamos.
Todos en el fondo inventamos cosas, en nuestra vida cotidiana inventamos diálogos para poder conversar con las demás personas, inventamos nuestra propia rutina, que repetimos cada día. Pero a veces, solo a veces esto cambia y ahí es donde entra la creatividad, la capacidad de salirse de lo normal, de lo que siempre hacemos y del aburrimiento que ello produce, aunque nos sintámonos cómodos con la rutina a veces necesitamos algo que nos saque de ella.
Inventar cosas imposibles, la gente inventa cosas imposibles, pero. ¿Para qué inventarlas, si son imposibles?, Pues precisamente para eso, para salir de aquello que es siempre igual, yo, por mi parte, he hecho mi cupo y he inventado mi objeto imposible, y ¿qué es? Pues una sartén, pero no una sartén corriente, si no una sartén de plástico, y ¿para qué sirve?, pues para nada, de eso se trata, un objeto inservible pero inventado, ¡por mi!
Lo que pasa es que por pocos medios que tenía en la semana que se nos mandó pues es un boceto.
Aquí lo tenéis, no lo parece mucho, pero como ya os he dicho que es, os lo imagináis ¿no?, yo espero que sí
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